- Chesil Beach. Descubrí a Ian McEwan con 'Expiación' hace ya algunos años. Me encantó pese a que muchas de las descripciones del ambiente en la primera parte se me hicieron muy largas. Ahora he podido leer la obra que le siguió. Chesil Beach es una novela corta que se devora en un par de ratos. Nada que ver con 'Expiación'. Trata sobre la noche de bodas de una pareja inglesa a principios de los 60. Ambos llegan prácticamente intactos a ese momento. Ella, de familia rica; él, de familia pobre. A las puertas de la revolución sexual que traerían los Beatles y los hippies, esta historia trata del amor y la represión sexual. Es suficientemente transparente para no aburrir y suficientemente translúcido para no ser banal. Muy recomendable. [Reseña de Eduardo Mendoza en 'El País']
- La última pregunta. "La última pregunta se formuló por primera vez, medio en broma, el 21 de mayo de 2061..." Así comienzo este relato del escritor de ciencia ficción Isaac Asimov. He llegado a él gracias a mi hermano. Tiene esos elementos que suelen hacer de un cuento algo redondo. Un final abierto y multitud de interpretaciones. Hace pensar sobre el origen -y el final- del Universo. Se lee en 10 minutos y tiene bastante miga, aunque quizá algunos lo vean demasiado pretencioso.
- Benjamin Biolay. Este icono de lo que podría ser la nueva chanson francesa me tiene enganchado estos días. Sobre todo con su disco 'Trash éyé' y especialmente con la que canción que podéis escuchar abajo de este autor, hermano de la cantante Coralie Clément y marido de Chiara Mastroianni, hija de Catherine Deneuve y Marcello Mastroianni.
