24 may 2007

Star Wars




Llevaba dos semanas luchando contra las fuerzas del Imperio. Casi sin dormir, sin alimentarme, abatía a los cazas. Cansado, desplegaba la espada láser. A mi alrededor veía caer a mis enemigos, pero aparecían más y más. Son interminables sus tropas.

Cuando ya casi no podía aguantar en pie, me alcanzó la más temible y peligrosas de las armas: el fuego amigo. La munición de mi más querido compañero atravesó mi pecho. Confundido por el fragor de la batalla o seducido por nuestros enemigos -quién sabe-, acabó por perforar mi debilitada armadura espacial.

Esta herida es la más grave de cuantas he tenido jamás. Emponzoñada, amenaza con extender su mal por todo mi ser. Mi compañero, arrepentido y abatido por el sentimiento de culpa, no me quiere dejar solo y pasa horas y horas junto a mi lecho.

Hemos consultado a un viejo hechicero de Tatooine. La cura para mi enfermedad se puede encontrar en la ciudad más importante de la República, la antiguamente conocida como New Amsterdam. Allí, en ese lugar de montañas de metal, crece un antídoto que podría servir.

Ahora rezamos para encontrarlo y para que no quede ninguna cicatriz.

21 may 2007

Corrientes circulares en el tiempo



Una vez
si mal no recuerdo
me tenías en la punta de los dedos
las secuelas de los viejos días
estarán conmigo el resto de mi vida

me quedé dormido un momento
y los valles se cambiaron por desiertos
por obra y gracia del que controla el firmamento
el que decide que ande perdido
en corrientes circulares en el tiempo
el que transforma los diamantes en quejidos y lamentos
el que se encarga de que salgas
y que yo me quede dentro

asustado
sintiéndome enfermo
como una temporada en el infierno
intentando ver una salida
encontrando más problemas todavía
todo esto que jamás podré comprender
lo que obtuve a cambio de intentar hacerlo bien

eso no es para mí
quiero mi parte de lo bueno
quiero que estés aquí
quiero tenerte dando vueltas a mi lado todo el tiempo
en nueve orbitas concéntricas y yo estar en el centro
será mucho pedir
pero es lo menos que merezco

16 may 2007

Words


A veces intento encontrar las palabras, las palabras exactas. Y entonces noto que se escapan, que se escurren. Se me caen de las manos y se hacen trizas contra el suelo. O salen volando y ya no vuelven nunca.

A veces intento encontrar esas palabras que me ayuden, que me curen. Las intuyo un momento y luego desaparecen. Les grito para que vuelvan, pero no me hacen caso. Estoy solo, en medio del mar, en medio de la nada y me he quedado sin palabras.

No quiero más que respirar sin dolor en el pecho, que caminar sin la sensación de perder el equilibrio. No voy a pedir ayuda, no. Puede que sea orgullo o la necesidad de hacerlo solo.

Quiero descender al infierno del mundo sin palabras para escalar después con mis propias manos hasta salir a la superficie. No quiero ser una víctima.

Quiero ser un superviviente.

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