
Stipe serpentea disfrazado de maestro de ceremonias. Los acordes invaden el espacio y nos transportan al mundo de la felicidad moméntanea fuera de toda preocupación y rutina (editado el día 10, la palabra anterior era horrible).
Son dioses de la canción redonda, directa y bella.
It's the end of the world... and I feel fine.
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