En todo caso, le hubiera gustado tenerle algún día delante para desparramar toda la ironía del mundo sobre él. Una fría y serena venganza elegante. Tan fácil que no haría falta ni sacar las manos de los bolsillos. Se acabó el sarcasmo resentido. Bienvenida la cura del olvido.

1 comentario:
Me ha gustado, Jose, un post muy positivo, sí señor.
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