
Leo que el Machu Picchu pudo ser descubierto antes de lo que se pensaba. En concreto, en 1867 por un tipejo alemán que se dedicó a saquear las ruinas con la aquiescencia de los gobernantes peruanos. Hasta ahora se pensaba que lo descubrió un profesor estadounidense de Yale en 1911.
A mí esto de "descubrir" siempre me ha parecido curioso porque con ello nos referimos a ser puesto en conocimiento en nuestro mundo occidental, ya que, evidentemente, los pobladores de aquellas tierras conocían perfectamente las ruinas, aunque no les daban el valor que se supone merecen -según nuestro punto de vista, claro-.
Es algo que se ha repetido en otros lugares. Egipto probablemente es otro gran ejemplo de este suceso. Los lugares de la Patagonia, repletos de nombres de extranjeros, también me vienen a la memoria pensando en esto.
Me hace gracia que los occidentales -me gustaría encontrar otro término, pero este me parece el más claro- nos hayamos autoconvencido de que hemos hecho un gran favor a la Humanidad "redescubriendo" estos lugares maravillosos que los lugareños 'no sabían apreciar' en su justa medida.
Ya que hemos sido de tanta utilidad -infestar estos lugares de turistas es un gran avance por lo visto- no estaría mal que algún día los museos de Inglaterra, Francia, Alemania, España y tantos otros lugares devolvieran todas las joyas que nuestro queridos y fabulosos "descubridores" se llevaron de estas hermosas y lejanas tierras. A todos nos gusta que el Guernica esté en España, ¿no? Pues no entiendo qué hace el busto de Nefertiti en Berlín.
1 comentario:
buen tema a debatir, pero muy complicado. Donde ponemos el comienzo y el final. Todo los restos del imperio romano para Italia o en cada territorio donde supuestamente se hizo.
besines
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